sábado, 5 de enero de 2013

Schwerin


La ciudad de los siete lagos: Schwerin

Con sus poco menos de 100 000 habitantes (una población similar a la de Torrejón de Ardoz), Schwerin es la capital de estado federado más pequeña de Alemania; situada en un maravilloso entorno pictórico, con lagos en medio del territorio urbano, en los que se reflejan las nubes que atraviesan el cielo del norte. El emblema de la ciudad es el Palacio de Schwerin, elevado, ligero, luminoso y cálido, como la propia ciudad.


Escudo de la ciudad de Schwerin

Existen dibujos que muestran un castillo sobre un lago de agua dulce que se remontan al año 965 y en los que los historiadores creen ver el Palacio de Schwerin. En 1160 el príncipe eslavo Niklot, señor del castillo, lo hizo quemar al no poder vencer la superioridad de las tropas de Enrique. Solo entonces se fundó realmente la ciudad y se reconstruyó el castillo; pocos años más tarde se erigiría la primera catedral. 


Plano de la ciudad de Schwerin 

Se aprecia un casco urbano rodeado de grandes y pequeños lagos, característica fundamental de esta pequeña pero bonita ciudad. Una capital apenas conocida fuera de Alemania, ya que formó parte de la antigua Alemania Oriental, y que además se ve eclipsada por la industrial y portuaria Rostock, siendo ésta la ciudad más grande e importante del estado de Mecklenburg-Vorpommern. 



Fotografía aérea de la ciudad de Schwerin. 

Un milagro de la naturaleza: el paisaje de lagos en Schwerin La ciudad de Schwerin está inmersa en un paisaje de lagos repleto de bosques a orillas del Schweriner See. Pero no es el único – también bordean la ciudad los lagos Burgsee, Fauler See, Grimkesee, Heidensee, Große Karausche, Lankower See, Medeweger See, Neumühler See, Ostorfer See, Pfaffenteich y Ziegelsee. El Schweriner See es uno de los lagos más grandes de Alemania; el Ziegelsee, un paraíso para los amantes de la vela; y el Ostorfer See, el lugar ideal para darse un baño. Aunque de todos modos, en esta abundancia de lagos es posible practicar cualquier tipo de deporte acuático. Rodeado por una naturaleza intacta, este paisaje de lagos muestra no sólo a los aficionados a los deportes acuáticos su mejor cara.

 

El palacio de Schwerin

De singular belleza, se alza majestuoso en un romántico decorado sobre una pequeña isla en el Schweriner See. Durante mucho tiempo fue la residencia de los duques y grandes duques de Mecklemburgo, y en la actualidad destaca como una de las construcciones más relevantes de la arquitectura historicista en Europa.




Un castillo de cuento que, con sus cúpulas, sus grandes y pequeñas torres, y rodeado por el Lago de Schwerin, constituye el motivo preferido para una foto.


Igual de hermoso es un paseo por el jardín del castillo, diseñado siguiendo el estilo de un jardín paisajista inglés, así como por el jardín barroco del palacio.



Die Orangerie en el castillo de Schwerin.



Como salido de un cuento: el Castillo de Schwerin

  

El Castillo de Schwerin, de singular belleza, se alza majestuoso en un romántico decorado sobre una pequeña isla en el Schweriner See.



Preciosa vista nocturna del palacio de Schwerin.





La Catedral de Schwerin vista desde Pfaffenteich.
El único monumento medieval que ha resistido el paso de los siglos es la prominente catedral. Por razones de espacio, fue necesario echar abajo la primera catedral, con excepción de la torre, y pronto tampoco la iglesia episcopal románica, consagrada en 1248, sería suficiente para satisfacer las elevadas pretensiones: el conde Enrique de Schwerin había traído de una Cruzada una gota de sangre de Cristo encerrada en un jaspe, y esto requería un lugar de conservación más apropiado. 



El interior de la Catedral de Schwerin

Capilla renacentista
 





La plaza de Schwerin
En primer plano se aprecia la Catedral y en la propia plaza se ve el Ayuntamiento con su fachada color salmón y falnqueado por sus dos pequeñas torres.
En el centro de la plaza se observa un pedestal con un león, es el monumento a Heinrich der Löwe (Enrique el León) fundador de la ciudad.
Al fondo está el palacio.



Monumento a Heinrich der Löwe, fundador de la ciudad de Schwerin.
Levantado en la plaza del mercado en 1995 en memoria del 800 aniversario de su muerte.



Un precioso lugar en pleno centro de la ciudad de Schwerin.

La ciudad de los siete lagos, la Florencia del norte, ciudad catedralicia, ciudad residencial: Schwerin tiene muchos nombres. Y todos son apropiados, porque la ciudad es el resultado de una mezcla muy lograda entre naturaleza y arquitectura, grandes y pequeñas artes y testimonios de sus 850 años de historia.



Das Rathaus Schwerin.

El Ayuntamiento de Schwerin



Hauptbahnhof Schwerin.

Estación Central de Schwerin



La Cancillería de Mecklenburg-Vorpommern

Edificio clasicista sede del Primer Ministro del Estado Federal de Mecklenburgo-Pomerania Occidental. (sede del presidente autonómico)



El Marstall en Schwerin

En el Marstall tiene su sede el Museo de la Técnica.

Este edificio alojaba las antiguas caballerizas.



El Teatro Estatal (federal) en Schwerin

El Teatro Estatal de Mecklemburgo, en Schwerin, ofrece representaciones de los sectores dramático, drama en bajo alemán, teatro de marionetas, teatro musical, ballet y conciertos.



El Museo Estatal (federal) de Schwerin

También los museos de Schwerin, y sobre todo el Museo Estatal, tienen categoría de museos de capital de estado. En el edificio principal se exponen, entre otras, obras de pintores flamencos y holandeses de los siglos XVI a XVIII, pero también pintura medieval y contemporánea.



Como sacado de otra época: el histórico barrio de Schelfstadt

La capital de estado más pequeña de Alemania fascina en su conjunto por su legado cultural y su arquitectura histórica en medio de un extraordinario paisaje de lagos. Éste es en especial el caso del barrio de Schelfstadt, situado en una zona céntrica al sur del lago Ziegelsee y al este del lago Pfaffenteich, ya que Schelfstadt presenta el mayor conjunto armonioso de construcciones históricas de la ciudad. En 1705, el Duque Federico Guillermo mandó construir en la región una nueva ciudad según lo previsto. En el lugar más elevado de Schelfstad se alza la iglesia Schelfkirche, que ya por sí sola merece una visita.

 

Iglesia en Schwerin



Casas medievales en Schwerin



 Arquitectura moderna en Schwerin



Imagen cotidiana en Schwerin

Se aprecia en primer plano un tranvía, que junto con autobuses son el medio de transporte público en la ciudad.
A la izquierda un H&M, y al fondo una sucursal de Deutsche Bank.




  
Stadion Paulshöhe (FC Eintracht Schwerin), Schwerin

El estadio de fútbol de Schwerin.



Con capacidad para 10.000 espectadores, como ya se puede observar localidades de pie, y parece ser que su afición es muy ruidosa.

The Grapes of Wrath (Las uvas de la ira)


The Grapes of Wrath (1939), traducida como Las uvas de la ira y Las viñas de la ira, es una novela escrita por John Steinbeck (1902-1968) que recibió el premio Pulitzer en 1940. Fue una obra muy polémica en el momento de su publicación, y resultó profundamente transgresora en su época. Está ambientada en la década de 1930, cuando Estados Unidos sufre una gran crisis económica tras el crack del 29. Describe el proceso por el cual los pequeños productores agrícolas son expulsados de sus tierras por cambios en las condiciones de explotación de las mismas y obligados a emigrar a California donde el tipo de agricultura requiere mano de obra durante la cosecha. En concreto, narra las dificultades de la familia Joad en su éxodo desde Oklahoma hacia California en busca de mejores condiciones de vida. Steinbeck exalta los valores de la justicia y la dignidad humana en una Norteamérica que vive una etapa de profunda injusticia económica y política.

En 1940 el director John Ford la lleva al cine, protagonizada por Henry Fonda y Jane Darwell. El final de la película es diferente al de la novela.

Es ésta película la que hoy recomendamos desde aquí, y no creo estar muy equivocado si a lo largo de la misma, cada uno de nosotros nos vemos reflejados en alguno de los personajes y nos entristecemos al ver que casi cien años después, la vida para algunos en España se ha convertido en la propia de un clásico del cine de denuncia social, en una eterna búsqueda de algo que ya no existe, y que no volverá jamás.

En el caso de que os decidáis a verla os puedo asegurar que NO LA OLVIDARÉIS JAMÁS.

SINOPSIS Tom Joad (Henry Fonda) regresa a su hogar tras cumplir condena en prisión, pero la ilusión de volver a ver a los suyos se transforma en frustración al ver cómo los expulsan de sus tierras. Para escapar al hambre y a la pobreza, la familia no tiene más remedio que emprender un larguísimo viaje lleno de penalidades con la esperanza de encontrar una oportunidad en California, la tierra prometida.
CRÍTICAS ----------------------------------------
"El más impresionante retrato de la depresión que asoló los Estados Unidos en los años treinta viene firmado por la mano maestra de John Ford. Un canto a la solidaridad. Cotidiana, lírica y comprometida, una película inolvidable, necesaria y magistral" 

Película muy recomendable para estos tiempos revueltos..........